FINCA LA CRUZ

Construida probablemente a comienzos del siglo XIX, la Finca La Cruz fue propiedad del padrastro de Juan Martín Miguel de Güemes, Don José francisco de Tineo quien la donó a Napoleón Güemes  en 1843.
Con reiteración se ha afirmado que la finca sirvió como Cuartel General de Güemes en la guerra de la Independencia, pero aun sin tener certeza de tal hecho, sin duda fue un punto de referencia importante en la guerra de zapa que se llevó contra los realistas.
L a Finca La Cruz cuenta con la peculiaridad de contar con dos plantas y notables balcones, aunque es probable que alguno de ellos, y con certeza la escalera externa de piedra, fueron agregados con posterioridad.
A pesar de ser monumento histórico nacional desde hace cuatro décadas, la finca estaba en estado de abandono con intermitencias, pese a la buena voluntad de los propietarios. Al adquirirla el gobierno, decayó notablemente hasta que con el apoyo de la Fundación Bunge y Born, por gestión de la Dirección Provincial de Turismo de Salta, fue posible restaurarla y convertirla en Museo de la Vida Rural Salteña.
La finca la Cruz recurre al tradicional sistema colonial de anchas y macizas paredes que fundamentan no solo la cubierta sino que crean el adecuado microclima de protección en un paraje de condiciones rigurosas por su altura donde es conveniente la alta inercia térmica.
Su emplazamiento conjuga por una parte el sentido de dominio visual del espacio circundante, pero a la vez tiende a fortalecer la vida interna de la sala con un amplio patio de labores mimetizado en las ondulaciones topográficas del terreno.
La relación interna entre arquitectura y ambiente se vislumbra en la efectiva integración de la obra con el paisaje y en el uso de los espacios definidos por la organización simple de la producción.